Hoy se encuentra bastante mejor luego de dos semanas bastante complicadas para su salud. El viernes nos dijeron que los resultados de dos exámenes de muestras fecales, para verificar la existencia de leucocitos fecales y rotavirus, habían salido negativos, mientras que el lunes nos informarán sobre la existencia de adenovirus, aunque creemos que el resultado también será negativo.
Además, ayer nos dieron el resultado del último examen de niveles plasmáticos, que mide el nivel de fenobarbital (medicamento anticonvulsivante) en su sangre, el cual resultó en 17,2 ug/ml, ubicándose en el nivel inferior del rango permitido de 15 y 40. Por lo anterior es que el neurólogo decidió subir la dosis de 1 pastilla de 15mg cada 12 horas a 1 pastilla por la mañana y una pastilla y media por la noche.
La parte negativa del fenobarbital es que, no obstante regular las crisis convulsivas, es un gran generador de secreciones, lo que dificulta su respiración y nos obliga a aspirarlas recurrentemente.
En este momento Agustín duerme profundamente, tan profundo que el silencio en la habitación me preocupa y me obliga a acercarme a verlo, a verificar si está bien...una vez más. Generalmente duerme con ruido continuo en su garganta producto de las secreciones, las mismas que en reiteradas veces nos han hecho pasar más de un susto y otras tantas en que lo hemos encontrado con su cara blanca llena de ellas que él mismo expulsa en su continua autodefensa por poder respirar.
Cuando duerme profundamente su ventilación baja a un nivel tal que sus secreciones se desvanecen por completo. En todo caso, cuando me acerco a verlo y descubro nuevamente lo lindo que es y la paz en que duerme, no logro evitar acercarme a tocarlo a darle un beso, eso si, sin dejar de poner mi nariz con la suya para sentir su respiración en mis labios, solo para comprobar que está bien; también pongo mi mano sobre su pecho y siento que su corazón late normalmente y que la temperatura de su cuerpo es adecuada.
Le tomo una foto, solo para poder compartir este momento de paz que pronto llegará a su fin, Agustín va a despertar en unos instantes, se empezará a poner inquieto, se estirará para sacudirse del sueño y empezará a aletear y a llenarse de secreciones nuevamente, será la hora de la comida y esta su manera de avisarnos que tiene hambre.
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Después de mucho pensarlo me decidí a escribirles ya que ustedes querían y necesitaban escuchar relatos de personas que pudieran medianamente entender por lo que están pasando… mi nombre es M°Consuelo Avaria y fui compañera de Francisca en el colegio hace muchísimo tiempo, he seguido la historia de su hijito Agustín y no puedo evitar tratar de ponerme en sus zapatos, sé que nadie que no este viviendo lo mismo que ustedes podrá alguna vez entenderlos ni remotamente, sé que el dolor que yo viví hace 9 años con mi primer hijo Lucas no se compara ni milimétricamente con lo que ustedes viven día a día….
ResponderEliminarHace 9 años atrás nació mi propio angelito, después de 8 meses de embarazo absolutamente normal, por descuido del médico sufrí preeclampsia que es un alza de presión, lo que afectó mi útero desgarrándome la placenta, eso me provocó una hemorragia que ahogó a mi hijo, lo sacaron de mi cuerpo muerto sin pulso y de un color morado… gracias a Dios entre todos los médico inútiles que había en ese pabellón estaba el Doctor Neonatólogo Eduardo Ahumada, él practicó a mi hijo rpc y mi hijo revivió….no pude conocerlo hasta después de 1 semana ya que mis heridas internas me dejaron con una anemia aguda, muy adolorida y muy débil, además de que tenía mucho miedo de encariñarme con mi hijo por que no sabíamos en ese minuto que sería de él.
Por un milagro divino el único daño visible que quedó en Lucas es el acortamiento de tendones y ligamentos de sus piernas por la asfixia lo que provoca que recién hace muy poco él pueda correr tramos cortos sin tropezarse con sus piernas torcidas hacia adentro, además hubo daño en su hipófisis (glándula que produce la hormona del crecimiento) por lo tanto Lucas es del porte de un niño de 5 años tendiendo 9, pero después de leer sobre tu hijo Agustín los daños físicos de mi hijo me parecen NADA
… como te dije en un principio yo no comparto tu dolor actual con tu hijo, no puedo ni imaginármelo pero si comparto con tigo la rabia por la negligencia, no puedo ni podré entender jamás que por ahorrar en tiempo y en exámenes puedan destruir las ilusiones y la vida de una familia que esta comenzando a vivir lo que se supone que debería ser el tiempo mas feliz.
Después de 4 años de nacido Lucas vino a nuestras vidas Nicolás lo que nos significo terror en un principio, pero como es de cierto que Dios actúa de maneras que nosotros no somos capaces de entender, conocimos un doctor muy preocupado y todo salió bien, volví a sufrir el mismo mal (la presión) pero él actuó en seguida y tanto el Nico como yo salimos “ilesos”, lo que quiero decirles con esto es que Agustín tenía que llegar a sus vidas y tenía que hacerlo de la manera como lo hizo, no tengo la respuesta del por qué pero era el destino de todos ustedes lo que no significa que se repita con un nuevo hijo. Agustín es una bendición y un nuevo hijo lo será también, de maneras distintas cada uno se hace querer y a cada uno lo amas como si no existiera nada más sobre la tierra, además que con todo lo vivido ahora ustedes son indestructibles, más fuertes que nadie, capaces de soportar cualquier cosa…. Mucha fuerza