lunes, 6 de octubre de 2008

Agustín está de vuelta....ya mejor!

El sábado 20 de septiembre, preocupados por las dificultades de Agustín para respirar, lo llevamos al Hospital de Coquimbo pensando que una simple nebulización bastaría para ayudarle a respirar mejor, para sacarle la orquesta de secreciones que se inflaban en su pechito.

Sin embargo, pasó todo lo contrario, estuvo internado hasta el miércoles 24, luego de hacernos pasar un tremendo susto. Inicialmente íbamos por una nebulización, luego lo internaron y finalmente estuvo en la unidad de cuidados intensivos desde el mismo sábado hasta el martes.

Las radiografías iniciales mostraron una fuerte obstrucción bronquial, con exceso de secreciones y mucosa. Al entrar la noche del sábado los médicos decidieron pasarlo a la unidad de cuidados intensivos donde no solo contaría con atención y compañía las 24 horas del día, sino que además con todos los equipos necesarios para un buen control.

Al día siguiente, el domingo 21 de septiembre, con el pasar de las horas las cosas parecían no avanzar adecuadamente, por el contrario, el domingo las cosas se complicaron enormemente. La Fran estaba en cama, finalmente era su turno luego que cayéramos Agustín y yo, con la gran diferencia que los adultos nos podemos tratar mucho más fácilmente. Cuando fui al hospital a ver a Agustín lo encontré bastante obstruido, con mucha secreción y aún con gran dificultad para respirar. Su pechito se inflaba muchísimo, le costaba mucho respirar y se le debía aspirar constantemente,

Al acariciarlo pasé la mano por su espalda cuando de pronto sentí algo extraño en su espalda, era una extraña vibración. Al avisarle al doctor y pedirle que lo revisara se demoró unos 3 minutos para finalmente decirme que podría haber compromiso pulmonar. Evidentemente no sonaba para nada alentador.

Le pedí al doctor sacar una radiografía; al poco rato la tensión aumentaba, por lo que finalmente acordamos llamar a la Fran para que se presentara lo antes posible en el hospital, lo que mostraba el nivel de urgencia y preocupación.

Por primera vez debíamos enfrentar la posibilidad de que Agustín se nos fuera. Mucha pena, la más absoluta tristeza, algo de rabia y todo tipo de sentimientos de impotencia me invadían; a pesar de no querer que Agustín siga sufriendo, la posibilidad cierta que ya no esté es algo difícil de enfrentar y quizás más aún de aceptar.

Cuando llegó la Fran simplemente nos abrazamos y nos sentamos junto a él, no sabíamos que hacer, solo nos quedaba esperar alguna noticia, algún desenlace.

Algunos minutos después, no se cuantos, si muchos o pocos, el doctor nos pidió que lo acompañáramos a otro lado porque quería conversar con nosotros. Nos llevó a una mesa de luz donde nos mostró las radiografías tomadas que acababan de llegar.

Afortunadamente no eran más malas noticias, las radiografías solamente mostraban compromiso bronquial y no pulmonar. Simplemente se debía tratar con antibióticos, oxígeno, kinesiología respiratoria y reposo.

Difícilmente se pueden explicar o transmitir los sentimientos de ese día. Probablemente no será la última vez que tengamos que enfrentar la posibilidad de que Agustín se nos vaya, pero realmente cuesta mucho enfrentar tal situación. No queremos que siga sufriendo, pero tampoco queremos que se vaya.

Con todo lo sucedido no pudimos viajar a Santiago, tal como lo teníamos previsto, tanto para variadas consultas médicas como para celebrar el cumpleaños de mi padre el 24 de septiembre. Así que pasamos las fiestas patrias con Agustín en la clínica y tanto la Fran como yo sumamente enfermos. Por un lado yo saliendo de una bronquitis que me obligó a estar en cama de sábado a viernes, por otro la Fran u finalmente Agustín.

Esta vez, sin embargo, podemos decir que Lan Chile se portó muy bien. Avisamos con anticipación que no podríamos viajar y pedimos nos permitieran postergar los pasajes para evitar perderlos. Aunque se demoraron en respondernos, el 3 de octubre nos avisaron que nos permitirían usarlos en un plazo de 6 meses.

Por otro lado, no hay mal que por bien no venga, creemos que hay algo de saliva que Agustín ya está dejando pasar, tragar, pues sus deposiciones algo de mucosa muestran. Aunque es un poco prematuro, ojalá sea un indicio de que la deglución empieza a aparecer.

El miércoles 24, al regresar a la casa con Agustín, tuvimos que contratar hospitalización domiciliaria, la cual incluye oxígeno y kinesiología respiratoria dos veces al día.

Agustín ya estaba bastante mejor, aunque algo obstruido, con el pasar de los días fue mejorando y respirando mejor, por lo que el martes 30 el kinesiologo lo dio de alta y optó por retirar el oxígeno. Sin embargo, el viernes 3, en Teletón, mientras le hacían terapia, lo encontraron algo morado, lleno de mocos y con saturación muy baja, por lo que la Fran me llamó para que me fuera pronto al hospital.

Nuevamente volvíamos a lo mismo, Agustín estaba con dificultad para respirar, muy obstruido y con mucha secreción. En el hospital le sacaron otra radiografía y encontraron nuevamente algunos problemas bronquiales. Sin embargo, la saturación mejoró con el pasar de los minutos, por lo que finalmente optamos por regresar a la casa donde retomaríamos la hospitalización domiciliaria permanente, nuevamente con necesidades de oxígeno y kinesiología.

Hoy domingo Agustín está bastante bien. Aunque sigue con oxigeno, éste no es necesariamente vital, es más un apoyo extra para ayudarle a respirar. Aun está en exceso secretor y algo obstruido en ocasiones, lo que hace todavía necesaria la kinesiología. Además, está un poco temperamental, le molesta que le metan tantas veces la sonda por la nariz.

El kinesiológo se acaba de ir ; lamentablemente lo encontró bastante obstruido.

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